Él tiene una piel más gruesa, más firme y más grasa, con los poros mucho más dilatados. Su epidermis está menos sujeta a las arrugas, éstas aparecen más tarde, pero son más acentuadas que en las mujeres. La acumulación de sebo, que en los varones se produce al doble de velocidad que en las mujeres, y de células muertas acarrea, muy a menudo, pequeños problemas de piel.
Por todas estas características, tu pareja necesita cuidados específicos para él.
Limpiar e hidratar su piel a diario
> Es indispensable lavarse la cara para eliminar todas las impurezas que se acumulan en la piel a lo largo del día, y ayudar así a mantener sana la epidermis. Se puede usar una leche limpiadora o un simple jabón. Pero cuidado con éste último que puede irritar las pieles sensibles, opta en este caso por una pastilla dermatológica supergrasa.
Para eliminar todas las impurezas y las células muertas que contaminan la piel cómprale un exfoliante, acelera la renovación celular y permite evitar la aparición de pelos encarnados. Recomiéndale hacerlo de una a dos veces por semana.
> Después de haber limpiado su piel en profundidad, tu chico tiene, evidentemente, que hidratarla, con el fin de protegerla de todas las agresiones exteriores, la contaminación, el estrés, el frío, el afeitado... La hidratación permitirá así retardar la aparición de arrugas. Su cara, nutrida y protegida, recobrará todo su esplendor. Una recomendación: no dejes que se limite a echarse sólo una loción de after-shave, que muy a menudo no contiene ningún agente hidratante.
Y para luchar eficazmente contra las arrugas y como complemento de su hidratación diaria es aconsejable que use una crema anti-arrugas, que le ayudará a conservar una piel suave y lisa durante más tiempo. Y si tiene la piel sensible, una visita al dermatólogo permitirá evaluar la reacción de su epidermis a los principios exfoliantes contenidos en las cremas anti-arrugas y así elegir la más adecuada.
Una crema hidratante para cada tipo de piel
Existen cremas hidratantes adaptadas a cada tipo de piel:
-Para pieles normales: goza de una piel sin imperfecciones: ¡es una verdadera suerte! Sin embargo, no hay que desatenderla y hay que seguir nutriéndola e hidratándola. Elige un producto no graso para tu chico, y si aporta un complemento de vitaminas su epidermis estará aún más protegida.
- Para las pieles secas: la piel seca tira y se deshidrata fácilmente. Necesita nutrirse con cuidados muy hidratantes para recobrar toda su suavidad. No dudes en comprarle, como complemento de su crema de día, una crema hidratante de noche.
- Para las pieles grasas: es el tipo de piel que caracteriza generalmente a los hombres. El sebo procura a la piel un aspecto un poco brillante, en la que tienden a desarrollarse pequeños granos.
Un cuidado concebido especialmente para este tipo de piel permitirá dejarla uniforme y controlar su brillo durante todo el día.
Para que el afeitado deje de ser un calvario
El afeitado agrede su piel. Para protegerla lo mejor posible y evitar que se irrite te proponemos algunos consejos que podrás decirle a tu chico.
El afeitado, recién levantado de la cama, no es, en general, una buena idea, ya que los pelos todavía están duros, y necesitan emerger.
Cuando el bello se reblandece, unos veinte minutos más tarde, puede pasar ya a la acción. Después de la ducha es el momento ideal, los poros están dilatados y la piel preparada. Hay que evitar el afeitado después del desayuno, porque el flujo sanguíneo que se produce cuando se mastica es mayor y se multiplican el riesgo de irritaciones.
Tiene que preparar bien el pelo para recibir varias pasadas de la cuchilla o maquinilla. Para ello debe humedecer la cara con agua caliente, así el pelo se ablandará todavía un poco más. A continuación puede aplicar espuma o gel de afeitar y pasar la maquinilla o cuchilla en el sentido del crecimiento del pelo. Por último, para suavizar las rojeces provocadas por el afeitado, ofrécele un after-shave hidratante, no perfumado y sin alcohol.
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