jueves, 11 de junio de 2009

El mal olor en los pies, si tiene solución

Uno de los problemas que tienen muchas personas y que ocultan por vergüenza es el llamado mal olor en los pies. Sus causas están basadas generalmente en inadecuados hábitos de limpieza.
La causa de este problema es por la descomposición bacteriana del sudor segregado por las glándulas sudoríparas. Aunque el sudor en sí mismo carece completamente de olor, al reaccionar con materiales sintéticos de medias o zapatos, puede producir este incomodo problema, que si no se trata puede causar otros peores como descamaciones, fisuras, deshidratación de la piel, hongos crónicos y posteriores infecciones.
Según el Doctor Campo Elías Páez, Dermatólogo de la Universidad de Buenos Aires y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Dermatológica, este problema se puede regular si se ponen en práctica unos sencillos consejos y se aplica la constancia en cada uno de ellos.
En primer lugar hay que tener mucho cuidado en el tema del lavado de los pies. Después de lavarlos es importante secarlos muy bien con una toalla seca y especialmente entre cada uno de los dedos, pues este es el lugar donde se pueden acumular más la humedad y generar el crecimiento de hongos y bacterias.
Por otro lado es importante utilizar calzado preferiblemente de cuero, así como medias en algodón o materiales naturales, pues los materiales sintéticos son poco tolerables, poco transpirables y en algunos casos producen irritaciones.En el caso que el calzado se moje, hay que limpiar y secar la piel de los zapatos, ya que con el tiempo produce mal olor. Otra recomendación importante es cambiar todos los días de zapatos para que estos se puedan ventilar y en el caso de calcetines o medias, si existe mucha sudoración en el día, debe hacerse por lo menos dos veces.
Quienes practiquen algún deporte, deben poner especial énfasis en el cuidado de los pies y ser más escrupulosos con la limpieza posterior para conseguir que el pie esté seco. Para las personas que juegan golf o bolos, es recomendable usar su propio calzado, ya que este problema puede contagiarse.
Asi mismo, en el caso de utilizar posteriormente duchas o baños comunes hay que acceder a estos con zapatos tipo sandalias, para evitar el contagio de hongos y bacterias, lo que da lugar al denominado pie de atleta.
También hay que inspeccionar los pies cada día para descubrir posible enrojecimientos, manchas o cualquier presencia extraña, y se debe acudir a la consulta médica si, pese a seguir estos consejos, el mal olor continúa siendo fuerte. Es importante consultar el dermatólogo, ya que muchas veces puede deberse a hongos en las uñas que no se han detectado y la sudoración por zapatos cerrados pueda complicar esta situación de salud y estética.
Siguiendo estas claras recomendaciones de salud e higiene se puede controlar este problema y llevar una vida mas tranquila.

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