La miel es una de las sustancias naturales más generosas. Se ha usado desde el principio de la humanidad por sus propiedades sorprendentes. Sus propiedades
La miel es recomendada para todos los tipos de piel y, en función de qué ingredientes se combinen, se puede aumentar su poder para alguna función específica.
“Las ceras, azúcares y pequeñas cantidades de minerales, enzimas, vitaminas, y aminoácidos que la conforman, la convierten en un bálsamo para la piel. Así, al aplicarse sobre ella, limpia como una máscara facial y sella la humedad por oclusión, transformándola en un gran limpiador facial. Además, sus propiedades antioxidantes, eliminan los radicales libres ayudando a proteger la piel de daños que producen la radiación solar, luego también sirve para la recuperación de las pieles resecas y dañadas”, subraya la químico-farmacéutico.
En qué se utiliza
La miel se utiliza en la elaboración de productos cosméticos, como cremas, jabones y mascarillas que se destinan al cuidado del cutis, la cara en general y al cabello, entre otras aplicaciones.
“La jalea real, producida por las abejas obreras para alimentar a la abeja reina y a las larvas de las celdas reales, tiene también propiedades benéficas para la piel por su alto contenido de vitamina B, proteínas, carbohidratos, lípidos esenciales, ácidos grasos y minerales. Su composición es tan compleja que los científicos no han podido reproducir la jalea real en un laboratorio y hasta el momento no existen productos hechos por el hombre que reproduzcan sus propiedades regenerativas de la piel, (anti- aging)”, concluye la directora de la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB.
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